Descripción
TIEMPO DE MEMORIA
Poemas con trazo firme de tiza
Chelo de la Torre parece hablar de sí misma, pero no te engañes: está hablando de ti, está hablando de nosotros; y es tu deber y el mío quedarnos aquí dentro mientras el mundo sigue girando fuera (…) porque tras sus páginas hay una vida intensa, profunda, insigne y humilde a un tiempo, decidida y capaz, voluntariosa y amable, sincera y cómplice.
Enrique Gracia Trinidad
Chelo de la Torre llega a este Tiempo de memoria con sus geometrías rotas, dispuesta a desterrar poetas poliédricas de las que nunca quiso ser vértice, con un lenguaje desnudo y convirtiendo al tiempo en argumento, un tiempo que es a la vez principio y fin, que cierra etapas a su paso, pero que no destruye aquello que fue. Nos muestra unos ojos que juegan al escondite con el tiempo, los mismos que a la vez, lo miran de frente, donde busca y encuentra lo que la hace ser quien es hoy.
(…) Con trazo firme de tiza dibuja círculos y esferas pintados de historias silenciosas, aquellas que solo se descubren bajo la mirada de una profesora que es capaz de apreciar un universo distinto en cada pupitre, hecho de nebulosa adolescente, tan igual y tan distinta a la vez.
Arancha Martín Martín
Sonia Jiménez Tirado reseña el libro en EL DIARIO DE JAÉN Haga clik sobre la foto para leer el artículo en EL DIARIO DE JAÉN digital.
Si no pudo asistir a la presentación aquí puede verla.
Conoce la Asociación de escritores solidarios CINCO PALABRAS con quienes la autora está comprometida y destinará los benéfico a su Proyecto de Alfabetización.
Lectura de poemas en la presentación del libro en la Biblioteca Elena Fortún (27 de enero de 2022)
ene –
Un libro de poesía que traza con polvo de tiza blanca «Ángulos» «Círculos» y «Esferas» antes de llegar a la «Esquina oblicua»
África –
La presencia poética en la memoria y el lenguaje del alma…una belleza de libro.
Concha Moreno –
Un libro de poesía sencilla y profunda trabajado con el esmero de la Matemática,la calidez de la Pedagogía y la mirada de la mujer.
Dory E. Nieto –
Tras una primera lectura quedé entusiasmada de que estos poemas me llegaran tanto, pues mucha de la llamada poesia actual que vemos en las Redes, está cargada de ripios, asonancias y palabras manidas, y, en Tiempo de memoria, estaba encontrándome con un lirismo poético cargado de bellas metáforas que tras otra lectura lenta, saboreando estos versos, han conseguido emocionarme con la evocación de muchas imágenes que mi propia memoria atesoraba sin que yo misma fuera consciente de ellas. Gracias a Chelo de la Torre por conseguir con sus poemas llevarme a otros tiempos de memoria.
Estos poemas serán de cada uno de sus lectores, pues el libro habla de sentimientos guardados por todos nosotros.
Mucho éxito para la autora y la editorial
Eulogio Serna (propietario verificado) –
Me ha gustado especialmente la parte de la tiza. La niña de la pala es un poema para pensar.
Mercedes Martínez Pérez –
Chelo de la Torre es una poeta del asombro, de un asombro ante la vida, ante el paso del tiempo, ante tantas vidas vividas. Hay en su poesía la ingenuidad y la curiosidad de la niña que descubre el mundo, el amor de la madre , y porque no, ese amoroso cuidado de la profesora que se preocupa por los alumnos, la reflexión de la mujer que mira la vida con una mirada distinta a la de los demás. Nos descubre en su poemario que la vida es un perpetuo asombro, ante la vida, ante el correr del tiempo, ante las desgracias o el amor que otros no ven. Es un poemario escrito desde dentro, desde el corazón o desde las tripas, es un poemario sentido. Esto no quiere decir que en la forma no haya preocupación y sabiduría y oficio. Pero, sobre todo, late la mirada distinta, la mirada del asombro, la mirada virgen. Gracias Chelo.
CARMEN CASTEJÓN CABECEIRA –
TIEMPO DE MEMORIA,es un libro con una poesía nítida y directa.
Escrito con una gran destreza y pulcritud ,desde el aspecto más formal.
Durante su lectura alcancé una
Enorme tensión emocional ,que
Culmina con un gran sentimiento
de empatia con todo lo que transmite Chelo de la Torre.
Totalmente recomendable su lectura.
Como bien subraya Enrique Gracia Trinidad en el prólogo ,Chelo no habla de si misma,sinó de cada uno de nosotros
Encarni Buendía Campos –
A Chelo le dedico este poema después de leer su libro «Tiempo de memoria».
Paseo por la serenidad de tu memoria,
por tu tiempo pasado
que son colores de mi presente:
El polvo blanco de la tiza.
La oscuridad de las miradas
de algunos pupitres.
La transparencia de las ausencias.
Agradezco el gris de tu silencio
y me balanceo en tus martes tranquilos.
Tus versos miden horas, sueños
y vacíos en endecasílabos perfectos.
Y el tándem métrica-matemática
nos deja una muestra impecable
de la eternidad del tiempo.
Acabo el libro, no el camino.
Adivino pasos futuros
por huellas lejanas
de poemas valientes
que bucearon en busca de colores
cálidos, tintes para pájaros curvos
o gatos negros.
Miraré al ciprés y al sauce
con los pies sucios de tierra.
Lanzaré suspiros limpios;
sosiego de nuestra memoria,
pisadas de nuestros miedos.
Esther Margarit –
Los poemas de este libro muy intimista y cálido , me han llegado mucho. Al leerlos es como si hablase de mi , me siento identificada con momentos de mi vida …su poesía habla de recuerdos que le han ido han quedado a lo largo de los años , momentos de tristeza, también alegría y de su día a día, son poemas que me han conmovido…y te hacen sentir protagonista … y al releer alguno de ellos en otro momento siempre descubres algo nuevo, porqué cada día no estamos igual y en mi caso esto me pasa mucho con sus preciosos poemas.
El polvo de la tiza…el de su madre.. muchos .
Gracias Chelo por estos poemas que reconfortan.
Pilar Ledo –
Los recuerdos que Chelo nos muestra en su último libro no los lleva como muchos otros guardados en una mochila a la espalda, si no que éstos orbitan en una elipse invisible alrededor de ella, donde ella es el centro que se desvía y los atiende o los aleja, habla con esos recuerdos “les invita a que se sienten junto a ella, en ese lado obtuso de la mesa” y, en esos espacios vacíos, su pensamiento quiere involucionar hacia el principio “cuando sea niña… no estaré sola”. No se olvida de los ángulos en los que están inmersas muchas almas, esas que, como la niña de la pala, escribieron su nombre en la página equivocada o recibieron un boleto para el sorteo y, como Juan, como la mujer palestina o el hombre que duerme en el parque, alguien se preocupó de guardar en sus bolsillos.
Enhorabuena Chelo por este magnífico regalo.
Cris Planchuelo –
Esta obra está llena de imágenes evocadoras y muy sugerentes, con versos realmente buenos que transmiten sentimientos en los que todos podemos reconocernos. Es un libro para saborear despacio y leer una y otra vez. Veo mucha madurez poética y una complejidad aquilatada y muy medida. Es honesto y emocionante, me gusta de principio a fin.
Daniel Navas –
Quede asombrado con la lectura de Tiempo de Memoria y con fascinación lo volví a leer. El tesón poético que caracteriza a Chelo de la Torre viene con una fuerza profunda. Como lector me sentí trasladado a esas dimensiones que se mecen en la memoria y que la poeta rescata con sentimiento y belleza a través del verso. Enhorabuena y felicitaciones Chelo.
Ginebra (propietario verificado) –
Y el tiempo juega entre sus versos…
Emociones en todas sus formas y expresiones, al ritmo de un tiempo que escenifica su paso entre la piel y el alma. Historias versadas y vividas que se desnudan y se visten de poesía, transmisora y espejo, de muchos sentimientos con los que reconocernos…
Emotivo, tierno y, en ciertos vuelos, duro y real. Así como la vida en todas sus líneas y recovecos, pero, siempre… proyectando un hermoso halo de luz que envuelve…
Si quieres sentirte parte de ese fluir de emociones, te lo recomiendo fervientemente…
Para ver lo que en su blog comentan y leer las reseñas que hace de otros libros pasa a visitarla.
No te defraudará.
Ester –
Un libro de mesilla de noche, o de refresco y tumbona, es íntimo y cercano se abre por cualquier página y se disfruta, acompaña y despierta ideas.
Leonardo Reyes –
Este libro nos recuerda que la memoria no solo es el lugar del recuerdo, sino también de la luz, del resplandor y del alumbramiento. Los versos inolvidables del último libro de Chelo de la Torre son aquellos que parecen estar escritos como si la autora los hubiera escrito sin darse cuenta, como urgida por la prisa, como en esos descuidos que sorprenden al escritor y le hacen decir lo que quieren decir todos los poetas, pero no siempre dicen.
Teresa Cubas Lara –
Después de leer este libro, que nos abre las puertas de un alma, puedo afirmar que -de algún modo- he conocido a la autora. Leí de una de una sentada su «Tiempo de memoria». Ciertamente, la nostalgia de lo vivido nos envuelve. De algún modo, es nuestro más preciado tesoro, que nadie nos puede arrebatar. Pero la vida sigue y, una vez sublimado el dolor de las ausencias en la belleza del verso, surge luminosa la esperanza: «Tendré que utilizar nuevos colores,/ que atraigan a la lluvia y a la rima/ de palabras con cálidos olores./ Habrá un cambio de tiempo, hasta de clima./ A las letras de ayer les pondré flores/ y que esta nueva etapa me redima». ¡Apuesto por ello!
Teresa Cubas Lara
Esther Fernández –
Un libro que dan ganas de volver a leer y degustar todos sus detalles. Chelo es una artista de la palabra que recoge nuestros recuerdos y los describe con exactitud creando imágenes evocadoras que nos inspiran. Gracias!
Francisco Espada Villarrubia –
No era posible que esa mirada azul-cielo se contentara para siempre en el arrinconado olvido de senos y cosenos. De modo que, ya jubilosa jubilada, su determinación le llevó a salirse por la hipotenusa y hoy tiene dos magníficos poemarios.
Ángulos me sacó de las paralelas por las que nos movíamos en nuestros blogs personales y, hasta es posible que me dejara en blanco sin capacidad para reaccionar. En Tiempo de Memoria persisten algunas figuras geométricas, como también está ovillada su infancia y el recuerdo de todas sus inquietudes y desvelos. Un mismo hilo conductor, una misma inercia, y el desarrollo de una técnica lírica que se hace evidente y nos prepara para la espera de su tercer poemario.
Francisco Espada Villarrubia