Proemio
Este libro nació en principio para que los estudiantes de Un Curso de Milagros conocieran y aprendieran la psicoterapia que describe. Pero según fue tomando cuerpo advertí que tenía una extensión y una universalidad extraordinaria. Como podrá advertirse en las exposiciones que contiene, este camino funciona en todos los casos, no es necesario siquiera que se conozca el Curso. No hay condición previa para sanar ni para ser feliz, no sería justo, sólo necesitamos nuestro dolor y las ganas de salir de él.
Comprendí inmediatamente que no solamente va dirigido a los estudiantes del Curso, sino que pueden beneficiarse de él cualquier buscador que tenga el ala rota o sangre por una herida. Es para todos nosotros: para los que sufrimos de un modo u otro, para los que somos conscientes de ello. Para los que penamos por algo y no hemos perdido la esperanza, para los que aún pensamos que tiene que haber otra forma de vivir, menos cruenta, menos dolorosa. Para los rebeldes del dolor, de la resignación, para los insumisos de la muerte. Para los que pensamos que la soledad no es una condición de nuestro ser, ni la indiferencia ni el aislamiento. Este es un libro para los vivos, en el único sentido que esta palabra tiene.
Me hice estudiante de Un Curso de Milagros porque en una de las primeras veces que abrí el libro, todavía desconociendo lo que tenía entre manos, escéptico aún por haber investigado tantos caminos sin salida, leí algo como esto:
No te creas lo que este libro dice, sólo ponlo en práctica.
Esa frase me impactó.
«Hay que estar muy seguro para escribir una afirmación de este tipo», pensé. Fue esta expresión la que me atrajo. Después vinieron muchas otras.
En los más de veinticinco años de estudio intensivo he tenido tiempo para conocerlo bastante bien, hasta de enamorarme, puedo decir sin faltar a la verdad. Ha sido fácil porque según lo iba comprendiendo más me gustaba, y profundizar en lo que uno ama, siempre es un premio, incluso en esta vida.
Muchas de las disciplinas que aprendemos tienen una parte teórica y otra práctica. Los que hemos realizado enseñanzas regladas lo tenemos claro. Algunas materias hasta tenían exámenes separados; el teórico y el práctico. No podías aprobar el segundo sin superar el primero. Cualquiera conoce esto porque muchos de nosotros hemos sacado el carnet de conducir y recordamos que se presenta en ese formato. Suena hasta mal eso de perdernos en teorías en estos momentos tan acelerados, nos resulta pesado y oneroso, creemos que es una pérdida de tiempo, sobre todo cuando uno tiene problemas acuciantes o responsabilidades que asumir de diario. Nos gusta ir al grano, esa es la tendencia de los tiempos que vivimos. La teoría nos parece tediosa e inútil. Pues bien, este libro, nos libera momentáneamente de ese paso; estudiar la teoría. Yo lo hice por todos, yo lo hago, es mi pasión y lo que este método ofrece es un destilado de mi investigación.
Estas páginas contienen la fórmula para resolver los problemas de nuestra vida. Estos son los apuntes de un estudiante aplicado que desea y busca facilitar la suya propia y la de quien quiera recibirlos. Parece una exageración y sin duda lo es, pero es la verdad. La verdad ha de ser exagerada, gigantesca, así me la imagino. Todo lo que contiene verdad debe ser enorme, porque donde la verdad está no puede haber nada más ¿Puede uno imaginarse extensión mayor que esta? No estamos acostumbrados a eso, pero así debe de ser el cielo, excesivo, rebosante, desmedido para nosotros. ¿O vamos a desear o añorar algo que nos dé menos que esto? Estamos hartos de miserias y de eso andamos huyendo.
Este libro contiene la solución a todos los problemas que pueda presentarnos la vida. Parecen muchos desde luego, pero todos parten y se derivan de una sola creencia; la de que estamos separados de nuestra Fuente. Lo complicado se vuelve sencillo en un momento si lo vemos desde esta perspectiva. Duro de creer que un solo motivo y tan lejano de lo que nos preocupa, sea la causa de todas nuestra cuitas tan amplias, tan diferentes. ¿Qué tendrá que ver?, podemos pensar. ¿Qué será eso de estar separado de nuestra Fuente? Sin embargo, es el momento de recordar la frase que me motivó a iniciar el cambio:
No te lo creas, ponlo en práctica.
Esta es la invitación que hago desde aquí, que se ponga en marcha, que se compruebe en nosotros o en nuestros seres queridos si funciona o no. Sólo importa nuestra felicidad. Las cosas fáciles no tienen mucho predicamento en estos tiempos, nos gustan los grandes retos, los desafíos. Ahí nos crecemos y nuestro ego se alimenta de eso. No es el caso. Este es un libro para la discreción y la eficacia. Sólo se nos pide que lo pongamos en marcha. Ni preparación ni esfuerzo, sólo dedicación y constancia.
Por otra parte, el viaje que este libro propone es un viaje inevitable. Todos lo haremos cuando nos hartemos de dar vueltas a esta noria de muerte. Todos deberemos desenmascarar los fantasmas del lado oscuro de nuestra mente, es la condición para sanar.
Hasta que tu subconsciente no se haga consciente mediatizará tu vida y tú lo llamaras destino.
Así reza una sentencia atribuida a Carlos Jung. Hablamos de lo mismo. En esa otra parte oculta de nuestra mente, están las razones de nuestros sinsabores, de nuestros desvelos, de nuestro dolor, de nuestra muerte pautada ¡Fíjate si no será interesante!
Nunca antes se ha escrito nada parecido ni se ha definido con tanta precisión un método, ni expuesto los resultados extraordinarios que resultan.
Yo, que durante muchos años de mi vida recorrí el mundo para conocer paisajes y culturas, atraído por la humanidad que salía siempre a mi paso, puedo decir que nada como esta nueva peripecia que puede hacerse desde el sillón de nuestra casa. Te asombrará y te mostrará una parte desconocida de la naturaleza de tu mente, ese ente, desconocido y temido, nunca volverá a asustarte. Nada te parecerá tan interesarte como esto. Es mi experiencia la que muestro aquí y de lo que hablo.
La idea de escribir este manual me surgió hace algún tiempo con la pretensión de que fuera un trabajo conjunto con Ignacio González, maestro de Dios venezolano y hermanísimo mío. Él fue quien por primera vez me mostró el método mientras lo experimentaba en mi persona. Ahora lo recuerdo casi como un juego:
-¡Qué fácil es contigo! -me decía-. Y el resultado fue esta extraordinaria psicoterapia. Él mismo comenzó a idearlo, según sus palabras, inspirado en Rosa Mª Wynn, la maestra de ambos. Él fue quien lo puso en marcha y lo hizo en sus comienzos, aquí en España, por primera vez conmigo. Todo esto ocurría, si no me falla la memoria, los primeros meses del año 2009.
Enseguida aparecieron diferencias en el enfoque y comprendí que, para escribirlo, debía sentirme libre. Sólo de esa forma podría echar mano de la honestidad necesaria para poner en el papel mis propias experiencias, no contaba con otro material. Me resultaba difícil redactar al dictado o sometido al acuerdo de otro. Y comprendí una de las enseñanzas que de forma explícita he incorporado en los textos, la psicoterapia puede y debe tener en cada uno de los maestros que la hagan suya, un color diferente, unas características propias y personales.
Mientras creamos que somos un cuerpo, y lo hacemos todos los que a diario nos levantamos, comemos y nos vestimos, ha de ser de ese modo. Cada uno de nosotros tenemos una especialidad, que puesta al servicio del Espíritu se convierte en un joya. Este es sin duda un manual escrito para los maestros de Dios. Tal vez muchos comiencen a leerlo sin ese convencimiento, pero sin duda acabaran con él. Este es un trabajo que afirma nuestra confianza y honestidad, las primeras características de los Maestros de Dios. El cambio, pues, es inevitable para los que tomen este camino.
La práctica convence, la práctica transforma. Todo son premios ¿Cuánto tiempo más vamos a estar aplazando nuestra felicidad?
Ponte en marcha, ponlo en práctica.
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