Descripción
Del napalm al iPhone
Viajes por Indochina
Este libro es el relato de varios viajes del periodista y escritor Luis Mazarrasa Mowinckel por los caminos más remotos de Vietnam y Camboya durante los últimos veinticinco años.
Los testimonios de las víctimas del napalm o del terrible Agente Naranja irrigado por los norteamericanos en Vietnam, de los supervivientes de la masacre de los marines en las aldeas del distrito de My Son, en My Lai, o de los campos de exterminio de los Jemeres Rojos, contrastan en este libro de viajes con las descripciones sobre todos los exuberantes y delicados ámbitos culturales de una de las regiones más atractivas y emocionantes del globo.
Mazarrasa sigue las huellas del escritor francés Pierre Loti, Peregrino en Angkor, en su periplo a principios del siglo pasado, remontando el río Mekong en busca de los impresionantes templos perdidos de la Civilización Jemer, o del corresponsal de guerra Michael Herr, testigo de los horrores de la Guerra de Vietnam, pero también ofrece una refrescante visión de los fabulosos paisajes, las junglas y los monumentos medievales en piedra, la deliciosa gastronomía y la gentileza de sus gentes.
Conozca al autor: Luis Mazarrasa Mowinckel
01/05/2020 María Eulate entrevista al autor en RTVE Radio-5 RNE «Cinco continentes» por el 45º Aniversario del final de la Guerra de Vietnam (30/04/1975)
Entrevista
Luis nos habla de su libro «Del napalm al iPhone. Viajes por Indochina»
Un recorrido por Vietnam y Camboya siguiendo los pasos del gran viajero y escritor francés, Pierre Loti y del corresponsal de guerra estadounidense, Michael Herr, conocido por su libro Despachos de guerra y por haber participado en varios guiones de películas como Apocalypse now.
¿Cuéntanos qué relación hay entre el napalm y el iPhone?
Es un título irónico, algunos pueden creer que voy a contar la evolución de la tecnología y cómo llega el iPhone a los antiguos países de Indochina, pero no es exactamente eso, en este libro he recopilado 5 o 6 viajes que he hecho en esa zona durante los últimos 25-30 años. En mis primeros viajes, Vietnam empezaba a abrirse tímidamente y no había muchos viajeros. Yo iba como periodista y me encontré con que la mayoría de visitantes eran antiguos veteranos de guerra norteamericanos: íbamos buscando los restos de la batalla.
Estuve en My Lai, el lugar de la famosa matanza, donde entrevisté a 3 o 4 supervivientes en una aldea; por la calle se te cruzaba gente con la cara quemada, víctimas del napalm que cuando les preguntabas te dibujaban en la palma de la mano la fecha de 1972. Visité a los niños del Agente Naranja en los hospitales de Saigón y cuando volví hace dos años comprobé que, a pesar de que han pasado más de 30 años, aún sigue habiendo niños afectados por la guerra química. En mi último viaje vi muchos turistas buscando la Colina de la Hamburguesa, donde se libró la batalla más inútil de toda la contienda, una Zona Desmilitarizada.
Afortunadamente la gente va olvidando los horrores de la guerra, los mismos vietnamitas y camboyanos ya no lo tienen tan presente, la gente tira para adelante.
A nivel de viajero, cuéntanos ¿ha habido muchos cambios en Vietnam y Camboya desde los años 90?
El concepto de viaje ya no es el mismo, el perfil del viajero en estos países ha ido cambiando, disminuye el turismo de guerra e influyen otras variables. Ahora las economías emergentes ya están absolutamente consolidadas, se habla de esos 7 dragones magníficos, países maravillosos: Birmania, Malasia, Tailandia, Laos, Vietnam, Camboya, Singapur, pero quizás si te vas detrás del telón o te cuelas por la puerta de atrás, igual no está la situación tan brillante.
Lo cierto es que todo el sureste asiático está ahora de moda, es uno de los destinos preferidos para viajar. Camboya… hace años, cuando realicé mis primeros viajes, sí que era un territorio peligroso, aún quedaban muchas armas; y Vietnam… siempre ha sido un país muy controlado por su sistema político, pero ahora son sitios muy seguros, la comida es deliciosa y la gente es estupenda. Uno de los mejores países para viajar.
¿Cómo está el tema de las minas? Se dice que sigue muriendo gente porque no se ha desminarizado.
Camboya es uno de los países del mundo que más problemas ha tenido con las minas, no sé cuántos accidentes se habrán producido, pero seguro que miles de campesinos han salido volando por los aires. En los últimos 7 u 8 años he conocido gente que está desminarizando y se ha hecho mucha limpieza. Todavía hay zonas remotas, como esos templos de estilo Angkor justo en la frontera con Tailandia, donde no conviene caminar fuera de los senderos que están marcados, porque, aunque la guerra terminó hace décadas, puede ser peligroso debido a la cantidad de dispositivos que hay aún sin estallar.
¿El pueblo vietnamita ha perdonado a los americanos?
Frente a los turistas los habitantes siempre sonríen, en los primeros contactos sorprendentemente no muestran ningún rechazo ni rencor hacia el visitante. El budismo les hace compasivos y esto les ayuda a perdonar, pero yo diría que más que perdonar, les ayuda a no mirar al pasado.
A nivel exterior y comercial hay una fiebre por toda la tecnología que proviene de EE. UU., pero seguramente a nivel personal y profundo subyace algún tipo de resentimiento, que hace que se pongan más serios si se habla de familiares que han fallecido.
Otros libros del autor
Humayun, emperador de la India
India, 1530, el joven príncipe Humayun hereda el trono del Imperio Mogol que su padre, Babur, ha instaurado después de derrotar el Sultanato de Delhi, pero es un regalo envenenado. Los mogoles, llegados desde Asia Central tras la pérdida de la región de Samarcanda -su patria espiritual-, apenas llevan cuatro años instalados en el norte de la India y la población les considera un mero ejército de ocupación. Humayun, supersticioso, opiómano, mujeriego y amante del vino y casi todos los placeres, es también un caudillo valiente y musulmán piadoso. Pero la India puede ser una pesadilla para sus gobernantes.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.