Descripción
Un poemario estremecedor, valiente y austero que apela profundamente al lector y que alcanza una gran belleza, por lo cual su lectura resulta especialmente atractiva y sugerente.
[…] la contradicción entre —el adentro y el afuera— la oscuridad y la luz, para acceder a la última de las cuales es preciso
arrancarse de la experiencia de privación y soledad presentes en la intimidad y la historia del sujeto lírico huérfano de cariño.
Del prólogo de Cristina Piña
“Ser todo fuera
para evitar dentro,
no ser nada”.
¿Qué vocablos congregar cuando la herida de un corazón generoso cava hasta entrecortar la respiración? ¿Hacia qué punto de las emociones conducir la huella de la ausencia para que el desgarro no sea estruendo? ¿Es posible armonizar con el nido donde se vio la luz primera, un pentagrama de notas desoladas sin que ello vulnere esencias como amor, ternura y humanidad?
Del epílogo de Arístides Naranjo
“… cuando no soy nadie, sólo
algo que sucede
una vez en la vida”.
Presentación en la Feria del Libro de Jaén el 10 de mayo de 2024 a las 19:00 h. (Ver Agenda Cultural de Andalucía)
Conozca a la autora
Entrevista a la autora
Ángel Arribas entrevista en la Aventura de Leer a Rocío Biedma por su libro «Decir nadie» (Ver vídeo)
Presentación de Arístides Naranjo
LOS VOCABLOS QUE AHORA PRECISO CONGREGAR
“Ten la osadía
de ser olvido siempre
de todo y de ti mismo,
purifícate con nada y silencio,
atrévete a ser nadie”.
MANUEL LOMBARDO
El tierno rostro de la niña permanece a través de incontables estaciones en el regazo violeta del viento; o acaso junto al mosaico soleado que ilumina la tierra de Andalucía, y su natal cuna de olivos y olvidos. ¡Pero acuérdate, Jaén, de esta niña cuyas alas sobrevuelan más allá de tus fronteras para dar pluma y metáforas a nuevas sensibilidades!
La obra de Rocío Biedma, a la que retorno en disímiles ocasiones e inspiro en plenitud de estrellas; es onda vibrante y reinventada pese a cualquier humano soslayo. Y es que si algo premia a esta virtuosa tan detallista como los imparables verbos que emergen de una creación fruto de la percepción, interrelación e integración de visiones; es el heterogéneo desenvolvimiento de sus temáticas, recogidas para portento de lustros venideros en obras como: “El vértigo de la libélula”; “Cerezas en invierno”; “Lactancia seca”; “Gotas de rocío”; “Decir nadie” y su más reciente y generosa entrega: “Abierto corazón”, que ardo en deseos de unir a mi cuarto chakra para constatar si ese sitio de equilibrio entre el mundo físico y emocional, es eco de compasión revertido desde sus trazos a quienes atesora próximos, cual gemas singulares.
¡Es así! Quienes sabemos del Arte Poético tejido más allá de las propias palabras -aunque éstas sean, como bien expresa nuestra artífice: “todo su universo”-; quienes llevamos horas volcadas sobre maestros seductores de esa construcción y caos perenne que traspola el pensamiento en Naturaleza cincelada por una recóndita abstracción a partir de la cuál estallan las imágenes más sorprendentes; sabemos que en ese pecho timbrado de sueños persiste una poeta cenital, honesta, apasionada como pocos al rito donde los folios en blanco parecen el telón de boca más escarlata que antes de abrirse a los ojos de sus espectadores, exclama: ¡Lléname de ti, artista! ¡No me despojes de tus tintas!
Tintas que por fortuna no convenian (bajo una lupa ética y coherente) con la indiferencia. Por ello vuelvo a la portada de Basi Mateo; y a los pocos minutos de desandar el nudo espiral a través del hálito de nuestra autora, verifico el desgarro que es: “Decir nadie”. Obra conformada por cuarenta y ocho estancias sin los oídos regalados de un epílogo al que arribé tras un exhaustivo laberinto: desconcertante en muchos de sus rincones; e hiriente hasta la constelación más innata del nido familiar donde brotamos hacia un mundo de ignorancia, competencia, envidias y perniciosa “modernidad”.
Sin embargo; al reconocer la determinación que subyace entre sus páginas no puedo menos que decirte, lector, que no renuncies al dolor edificado so- bre la más prolongada noche de la tristeza. Justo eso ha convivido en una especie de acto incurable cerca de nuestra Rocío; en medio de una existencia nunca privada (y cito sus versos) de “intrusas soledades” para “buscar oxígeno al dorso de las ventanas” y “Ser todo fuera, para evitar dentro, no ser nada”. Porque lo que se anhela como una celebración de espontáneo amor, se torna en: “Decir nadie” filo encarnizado que socava sin escrúpulos el umbilical lazo de la sangre; por ello no me tiembla el pulso para dar entrada a nuestra autora, que sentencia: “la espera es un suspiro permanente”; “un candado gigante me parece la noche”; “he tenido que amasar tu nombre para cerrarme las grietas”. ¡Y nuestra niña tiembla, llora; y es-parce al cielo las cuencas hendidas vociferando lo expresado en el poema “Expectativa”, y cito: “Todos los días espero esa madre sin mí que no ha venido todavía”.
Cuando tuve el privilegio de presentar a Rocío Biedma en el Centro Asturiano de Madrid abordando su obra: “Cerezas en invierno”; expresé: “Ahí, ante un campo extensísimo donde las cerezas se saben primavera en medio del más aterido invierno; he podido ver a nuestra poeta pintando con dignidad de musa viva esos óleos repletos de sensaciones en férvido torrente creativo”. Los vocablos que ahora preciso congregar más allá de este lienzo de fe, y que admito entrecortan respiraciones, caen como gotas de rocío sobre las calles de Jaén; y también en mi frente.
Ya lo dijo Khalil Gibran en su imperdible: “Lágrimas y sonrisas”: “Poeta, tú eres la vida de esta vida, y tú has derrotado a los siglos a pesar de su crueldad”.
¡Jaén, España: no posterguen para luego la virtud expandida de su crisálida convertida en libélula!
Arístides Naranjo
En Madrid, a 8 de mayo de 2024
Ver la actuación de Maloy
Ver vídeo de la presentación en Casa de Asturias
Valoraciones
No hay valoraciones aún.